20/11/08

Doncs comencem pel Renault i acabem pel VW...resultat? La vostra valoració!

" Mégane Renault Sport y Toyota Corolla TTE Compressor


Hoy reunimos dos modelos tremendamente ágiles y deportivos, pero que han sabido, en ambos casos, no radicalizarse para permitir ser utilizados día a día sin incomodidades. Pero su mejor contexto siguen siendo las carreteras viradas. Vamos a comprobarlo. La categoría de los compactos de altas prestaciones está que arde. A uno de los referentes hasta la fecha, el Megane Renault Sport, le han salido competidores hasta debajo de las piedras: acaban de llegar, o están a punto de hacerlo, coches como el Toyota Corolla TTE Compressor de 225 CV, los mismos que el Ford Focus ST, y el Astra OPC, que incrementa la cifra hasta los 240 y las tiene todas consigo para reinar entre ellos con ayuda de sus excelentes suspensiones electrónicas.Una de sus virtudes generalizadas es que combinan todos de forma excelente pasión y sentido práctico: son tigres domados, capaces de salvar el tipo en los circuitos y resultar suficientemente cómodos, amplios y lógicos para usar a diario, además de seguros. Otros, como el anterior Focus RS o el Honda Civic Type R son todavía más eficaces y apasionantes pero, a cambio, más incómodos y rudos.Uno contra uno. En esta ocasión, un veterano se enfrenta a un recién llegado: el Megane Renault Sport se ve las caras con el Toyota Corolla TTE Compressor. Los antecedentes son clave, de cara al público, a la hora de empezar a analizar estos coches. La tradición deportiva de Renault avanza que su Megane más deportivo, desarrollado por el departamento de competición, tiene que ser un buen producto. Efectivamente, es así, como veremos.Al contrario le ocurre al Corolla. El anterior T-Sport resultaba soso, blando, y su motor, aunque brillante y juguetón a muchas vueltas, no tenía bajos. Afortunadamente, con el nuevo coche se han tomado las cosas en serio: Toyota ha creado una división para desarrollar sus modelos más deportivos en Alemania, TMG (Toyota Motorsport GmbH) y este es su primer producto. Ingenieros y probadores se han encargado tanto de los añadidos estéticos como de las evoluciones técnicas, al igual que ha hecho Renault Sport con el Megane. Como veremos, sus diferencias con este son pequeñas... pero está a años luz de su predecesor.Estética. Ambos modelos han tomado como base a sus respectivos hermanos de gama, a saber, Megane y Corolla. Dos familias de "superventas", aunque el último no en España. Pero recuerdo que Toyota vende más en el mundo que Renault.En ambos casos, las evoluciones estéticas sirven para subrayar el carácter deportivo pero sin llegar a acercarse a nada que pueda parecerse al tunning. En este sentido, las marcas tienen pánico a ello y suelen comedirse mucho. De esta forma, en ambos casos las modificaciones en la figura externa se reducen a defensas específicas, con nuevos antinieblas en el caso del Renault, menor altura al suelo y discretos alerones en la parte trasera.Dentro, más de lo mismo. Incluso menos. Los cambios se resumen en ambos casos a volante de cuero, pedales y reposa pies de aluminio y en el tratamiento gráfico de los indicadores. El Megane añade un toque de color y originalidad gracias a que las costuras de los asientos, volante y paneles de puertas, conjuntamente con los cinturones de seguridad, pueden ir en naranja o en carbón oscuro de acuerdo con el esquema de color del habitáculo.Sin embargo, aunque con este último detalle la cabina del modelo francés resulta más jovial y desenfadada, la del Corolla triunfa con claridad gracias a su mayor elegancia, y mejores acabados. Tanto el aspecto global como los encajes resultan de mayor calidad.Por último, los dos coches estrenan nuevos asientos tipo bacquet para una correcta sujeción del cuerpo en las curvas.Motores rabiosos. Ambos sobrealimentados, los motores de estos contendientes cuentan con 1,8 litros en el caso del Corolla -con compresor volumétrico-, frente a 2,0 del Megane -con turbina-. El primero compensa la menor cilindrada con un régimen de utilización con un techo más alto: mientras el Megane genera sus 225 CV a 5.500 vueltas, el coche japonés lo hace a nada menos que a 8.000. Como una moto. Aunque los números claramente favorecen al francés en lo que a respuesta rápida se refiere, el caso es que la elasticidad de ambos es envidiable. Ya desde muy bajas vueltas contamos con potencia bajo el pie derecho en ambos casos, tras un inicial punto un poco menos espectacular hasta que las turbinas entran en acción, cosa que hacen sin una clara patada que las delate. En la práctica, poco más allá de las 2.000-2.500 vueltas ya hay chicha en los dos casos. Sus zonas medias y altas son simplemente brillantes. La potencia es espectacular, y nos transportan por las carreteras como cohetes.Como esbozaba, en el caso del Corolla debemos revolucionar un poco más el motor para que llegue a su punto culminante, algo que hace con mucha rapidez, de forma que no supone un gran hándicap con respecto a su competidor, aunque sí una ligera desventaja en agrado y facilidad de utilización. La igualdad en el asfalto se comprueba al echar un ojo a las cifras. En lo referente a prestaciones sus resultados son muy parecidos: el Megane es solamente 1 km/h más rápido, con un tope de 236 km/h, y 0,4 segundos superior en el paso de cero a cien, que realiza en 6,5 segundos por los 6,9 del Corolla. En cuanto a consumos, más de lo mismo: la diferencia es de 0,2 litros a favor del modelo galo.En lo referente al sonido, las diferencias son notables. Mientras el Megane suena de forma clásica, grave y apasionado, el Corolla grita de forma desgarradora, con un soplido que parece aullido cuando entra en acción el turbo. Así, este último es más espectacular, aunque no por ello mejor. En ambos casos, cuando no exprimimos los motores no molestan a la concurrencia.Los dos incluyen cajas de cambio manuales de seis marchas, de tacto poco deportivo y recorridos largos de palanca. Su rapidez de accionamiento, intermedia.En carretera. El madrileño circuito del Jarama, y además bien empapado, fue el escenario de nuestra prueba definitiva para catalogar los chasis. Tal es su parecido que casi tenemos que recurrir al cronómetro para decantarnos por uno u otro, cosa que ahora me arrepiento de no haber hecho. Los dos cuentan con eje delantero independiente. El modelo francés ha incorporado nuevos elementos con respecto a los Megane "tranquilos" añadidos por Renault Sport, como un nuevo diseño del portamanguetas para eliminar microgiros y vibraciones. Mientras, el Corolla ha añadido una barra entre copelas para una mayor rigidez torsional. En ambos se han endurecido amortiguadores y muelles, dando como resultado conjuntos firmes pero no incómodos, y muy eficaces.Su grado de firmeza es muy similar, con balanceos de la carrocería muy escasos aunque no del todo eliminados -ligeramente mayores en el Corolla-, confort suficiente y mucha eficacia y nobleza.En el circuito, con adherencia muy escasa, las mejores notas fueron para el Megane. Pero, eso sí, con una diferencia pequeña con respecto a su contrincante. El Renault tiende al subviraje, pero de manera muy comedida -sorprende la capacidad de giro del tren delantero-, su trasera no se desboca gracias al ESP (que no es desconectable), y el paso por curva es realmente bueno, al igual que la frenada. El segundo hace exactamente lo mismo, pero ligeramente por detrás. Casi imperceptiblemente. Entrando en las curvas a la misma velocidad, el Corolla se aparta unos centímetros de la trazada ideal, una vez en curva su comportamiento es muy similar, y quizá la mayor diferencia sea la tracción. Resulta mejor en el Megane, de nuevo por escasa diferencia, de forma que podemos acelerar antes a la salida de las curvas.En cuanto a los ESP, ambos tardan en entrar y permiten cierto juego, pero cuando lo hacen, en el Toyota se percibe un grado mayor de acción electrónica que gustará a los más conservadores y disgustará a los más hábiles. Además, regaña con sonido.Veredicto. Hasta ahora las cosas van muy igualadas: el Megane triunfa en aspectos como el comportamiento en carretera o motor, pero en la cabina la mayor calidad del Toyota se impone, al igual que en el menor peso, algo también muy importante. Así que es el precio el que decanta la balanza definitivamente hacia el modelo francés: cuesta 29.000 euros, por 33.600 del Corolla (lo mismo que un Subaru Impreza WRX). Eso sí, viene más cargado de equipamiento, con sistemas como el de guiado por GPS, opcional en el su rival. En resumen, dos excelentes deportivos en los que podemos montar a la suegra sin que proteste demasiado.

Motor
Ambos son realmente poderosos y fáciles de aprovechar. El del Corolla necesita subir más de vueltas para alcanzar su máxima potencia.
Prestaciones
En ambos casos, excepcionales. Apenas hay diferencias: ambos coches nos dejan pegados al asiento al acelerar. Ligera ventaja al Megane.
Comportamiento
De libro. Para mejorarlo habría que haber comprometido mucho el confort o la seguridad. El Megane es ligeramente más preciso.
Consumos
Todos los coches que corren consumen mucho, y estos no son una excepción. Pero no son "gastones" teniendo en cuenta su potencia, más bien todo lo contrario.
Precio
Hay coches que ofrecen lo mismo desde 2.000 euros menos, como el nuevo Focus ST. El Corolla se desmadra en este apartado.
Equipamiento
Completo en ambos casos, lo que hace que el precio haya subido. El modelo japonés tiene hasta navegador de serie.
Habitabilidad
Es la misma que la de sus hermanos de gama, es decir, destacable aunque no la de un monovolumen.
Acabados
El Corolla se impone aquí de forma clara. En el Megane se podrían mejorar las terminaciones.
Seguridad
Renault es líder en seguridad, y el Corolla tampoco se queda atrás. Los ESP no son desconectables, algo aburrido pero que mejora este apartado
Valoración
Mégane Renault Sport Vs Toyota Corolla TTESegún nuestro baremo, el Mégane, con un 7'8 de media, supera al Toyota, con una 7'5. "